Para garantizar una calidad óptima, los cerveceros recomiendan desinfectar minuciosamente el borde y las partes de la levadura entre cada lote. Por lo general, dependiendo del volumen de levadura, es aconsejable escurrir los primeros galones de lechada de levadura que primero floculó hasta el fondo. Esta levadura es la menos vital y no sería ideal para volver a lanzar. El número de generaciones que se pueden volver a lanzar depende de la cepa, pero la reutilización excesiva puede provocar mutaciones que eventualmente pueden cambiar las características de fermentación deseadas de la cepa de levadura.